jueves, 21 de febrero de 2019

La Gran Bola (por Mu Khan Chao)


Sí, es verdad (relativamente), no vivimos en un planeta llamado Tierra, vivimos en una bola (con doble sentido)  en la que seguramente, en algún momento de su existencia fue un vergel, el Edén (que le den, y le dieron), alguien tuvo que ser el primero en inventar lo que se conoce como la gran mentira, desde entonces esta bola en la que vivimos se convirtió en una bola de mierda, formada por todas las mentiras, falsedades, fraudes, engaños, falacias, imposturas, hipocresías, sofismas y demás patrañas e invenciones que nos han hecho ser lo que somos, cualquier cosa menos animales inteligentes.
El que miente no sabe hacer otra cosa, el que se deja engañar, es decir, el resto, somos los imbéciles, aunque no lo sepamos o no queramos reconocerlo. Al igual que las moscas son felices comiendo mierda, porque no conocen otra cosa, nosotros, los seres humanos, los animales racionales (con perdón), vivimos en esa bola de mentiras y algunos somos hasta felices, porque no conocemos más allá de lo que nuestras narices alcanzan.
Las mentiras que evacuamos se disuelven en las mentiras preexistentes, como el azúcar o la sal, pero no se vuelven más dulces o saladas por ello.
Porque, son  mentiras de hoy las que nos repiten constantemente, “siempre ha habido ricos y pobres”, “el hombre es un lobo para el hombre”, “el ser humano es malo por naturaleza”, éstas y otras maravillosas frases, tienen su origen en los mentirosos, en los que embaucan, en los que nos explotan, nos oprimen, nos utilizan como marionetas para realizar sus fechorías y maldades con las que nos menosprecian y ningunean, haciendo creer a muchos que son, moral y físicamente, una raza superior, los representantes de ese dios ficticio, principio  y fin de todas las mentiras.